"Existe una quinta dimensión más allá de las conocidas por el hombre. Es una dimensión tan basta como el espacio y tan eterna como el infinito. Es la zona intermedia entre la luz y la penumbra, entre la ciencia y la superstición. Se encuentra entre el pozo sin fondo de los temores del hombre y la cima de su conocimiento. Se trata de la dimensión de la imaginación. Un espacio que llamamos La dimensión desconocida"
Capítulos 11 a 20 de la primera temporada. Ya en este tramo nos encontramos algunos de los más clásicos capítulos, como "Third from the Sun". Tambien se empiezan a usar relatos cortos de Richard Matheson, creador de una de las más legendarias novelas de "anticipación" como es "Soy Leyenda"; se nota en los capítulos donde participa porque son historias mucho más elaboradas, complejas e interesantes que en las que participa el propio Rod Serling.
Cap.11 And When the Sky Was Opened: (emitido el 11 de Diciembre de 1959)
Nos cuenta la historia de unos pilotos que, probando un prototipo de nave experimental llamado X-20, estuvieron desaparecidos de los radares durante 24 horas; su nave terminó estrellada en el desierto y los propios pilotos se salvaron de forma milagrosa. Uno de ellos, el coronel Forbes parece ileso y, nervioso, va a visitar a otro piloto que está ingresado en el hospital, el mayor William Gart. Forbes le pregunta a Gart si vió con quién salió el día anterior del hospital cuando le dieron el alta, a lo que Gart le responde ue salió solo. Forbes, cada vez más nervioso, le enseña un periódico a Gart donde aparece la noticia del accidente de la nave y le dice que la lea: "Los dos pilotos que hicieron el viaje en la nave experimental, salen vivos de milagro del accidente" con la foto de Forbes y Gart. Forbes le suelta la terrible historia que da vueltas por su cabeza; No salieron dos sino TRES pilotos; y además salieron ilesos los tres; Gart no sabe de que le está hablando, incluso cuando Forbes le dice que el otro piloto, el coronel Harrington, era amigo de ambos desde hace muchos años, pero Gart no sabe de quién le está hablando. A partir de ese momento Forbes le cuenta a Gart la lo que le pasaron desde el día anterior. Cuando le dieron el alta a Forbes y a Harrington, después de visitar a Gart y bromear un poco los tres viendo el mismo periódico donde se ve claramente a los tres pilotos en la foto, van a un bar a tomarse una copa, en el bar incluso lo reconocen como los heroes que sobrevivieron al accidente y el camarero los invita, una chica se les acerca a tontear; cuando mejor están, Harrington empieza a comportarse de forma extraña y a la pregunta de Forbes de que siente; Harrington le contesta, muy perturbado, que siente que debería "desaparecer"... Harrington siente necesidad de llamar a sus padres y se mete en una cabina dentro del bar, pasados unos minutos llama a Forbes y le dice que ha hablado con sus padres, pero que ellos no lo reconocen y que no tienen ningun hijo llamado Ed Harrington; este, angustiado, le dice que Forbes que eso es parte de esa terrible sensación que tiene, que no debrían estar allí ninguno de los tres, que no deberían haber vuelto de aquel viaje experimental. Forbes deja a Harrington sentado en la cabina y regresa donde está la chica, pero ve un periódico encima de la mesa; al verlo se queda de piedra; en la foto solo aparecen él y Gart; Harrington ha desaparecido; Forbes se gira a la cabina y está vacía; desesperado pregunta a todos los del bar, pero nadie recuerda a otro piloto; según todos los presentes, ha entrado solo al bar. Forbes les dice a todos que están locos y se va corriendo. Su esposa no conoce a Harrington, ni su jefe, ni nadie. Forbes se está volviendo loco. Hasta aquí la historia que le cuenta a Gart que está en la cama del hospital. Forbes, hablando con Gart, de pronto cambia de actitud; empieza a decir que quizás alguien debe llevarlos con él, que siente que debe desaparecer. En un último ataque de locura, sale gritando de la habitación a lo que Gart sale corriendo trás él; al asomarse al pasillo no ve a NADIE! ha desaparecido. Gart llama a una enfermera y esta le cuenta que Solo Él iba en la nave; espantado, Gart ve en la foto del periódico que solo aparece él. En la siguiente escena se ve una enfermera preparando la habitación, que está sola y sin camas. La nave X-20, que estaba en un hangar tapada con una lona después del accidente, también ha desaparecido.
Gran capítulo con gran historia de Richard Matheson, gran actuación del coronel Forbes, interpretado por nada más y nada menos que Rod Taylor, gran música de Leonard Rosenman. Todo condensado en media hora en una pequeña joya de televisión.
Créditos:
Director: Douglas Heyes
Actor: Rod Taylor
Música: Leonard Rosenman
Basado en un relato de: Richard Matheson
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Cap.12 What You Need: (emitido el 25 de diciembre de 1959)
En este capítulo se nos cuenta la historia de un vendedor llamado Pedott, un hombre mayor que tiene un don; vender cosas que van a ser necesarias en un futuro para sus clientes; él sabe que van a ser necesitadas y se empeña en que sean compradas. También es la historia de un hombre malo, Fred Renard, una persona sin escrúpulos y codiciosa. Todo empieza en un bar; Renard está sentado en la barra pensando que hacer cuando entra Pedott con su maletita de vendedor. En el bar hay una chica que le pide cerillas, pero Pedott le convence que lo que necesita es un líquido limpiador; la chica se lo queda con cara extrañada. Su siguiente comprador es un hombre sentado en la barra; un pitcher de beisbol que está sin trabajo; a este lo que le ofrece es un ticket de autobus para Scranton, Pensilvania; el jugador ni sabe donde está Scranton, pero se queda con el ticket. De pronto todo se sucede; el pitcher recibe una llamada de su manager para que juegue en un equipo de...Scranton!, aún sorprendido, ve que su único traje para la entrevista está manchado, a lo que la guapa chica del bar se ofrece a limpiárselo con el bote limpiador que le había vendido Pedott, siendo este el comienzo de una futura relación; todos felices!, y todo ante la antenta mirada del codicioso Renard; Pedott ve algo malo en él y se va del bar, a lo que Renard le persigue. Ya en la calle, Renard le amenaza diciéndole que le de algo que necesite, a lo que Pedott, asustado, le da unas tijeras; Renard, extrañado, se las guarda en el bolsillo. Al regreso de donde se hospeda, en el ascensor, Renard en un descuido deja que la bufanda que tiene en el cuello se quede atrapada en la puerta exterior; cuando el ascensor sube se queda atrapado y ahogándose, de pronto recuerda las tijeras y en el último momento consigue cortar la bufanda. Renard no se conforma con eso y visita a Pedott en casa de este; le dice que quiere ser su socio, que quiere dinero y lujo, a lo que Pedott se niega; cuando Renard le pregunta que va a necesitar, Pedott le da una pluma; Renard, al cogerla, hace que suelte tinta sobre un periódico marcando un caballo de una carrera. Renard ve claro que va a ser ganador y apuesta lo que tiene, ganado mucho dinero. Pero la pluma no funciona más y como es codicioso y quiere más, mucho más, vuelve a buscar a Pedott. El vendedor le dice que ya no le puede ayudar más, a lo que Renard le amenaza; Pedott le confiesa otra necesidad; unos zapatos. Renard se los pone, pero se queja que son pequeños y resbaladizos; Pedott le cuenta que los zapatos no son lo que Renard necesita, sino lo que necesita él mismo, y sale huyendo; Renard, al intentar perseguirlo, se resbala en la calle mojada y un coche lo atropella matándolo. En una última escena, cuando los vecinos salen a la calle aver que ha pasado, Pedott le ofrece un peine a un hombre despeinado y en pijama, es lo que va a necesitar; cuando el hombre en pijama llega a donde está Renard muerto, un fotógrafo hace una foto y para estar presentable, el hombre encuentra el peine en el bolsillo, el peine que le había dado Pedott.
Simpático capítulo con un muy convincente Steve Cochran en el papel del malo Renard y un entrañable Ernest Truex en el papel de vendedor. Música de eficiente Nathan Van Cleave.
Créditos:
Director: Alvin Ganzer
Actores: Steve Cochran, Ernest Truex
Música: Nathan Van Cleave
Basado en un relato de: Lewis Padgett
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Cap.13 The Four of Us Are Dying: (emitido el 1 de enero de 1960)
Esta es la historia de Arch Hammer, un hombre vulgar y corriente que ha trabajado en innumerables sitios y que, desde pequeño, tiene un don especial; moviendo musculos de la cara, es capaz de parecerse a quien quiera. Esta extraordinaria persona sin escrúpulos ha llegado a la ciudad con dos maletas, un fajo de recortes de prensa con fotos de personas, y un plan maestro; destrozar unas cuantas de vidas.
PRIMER OBJETIVO: LA CHICA: un músico llamado John Foster ha muerto en un accidente de coche arrollado por un tren. Arch Hammer se dirige, vestido para la ocasión, al club donde solía tocar Foster; allí, Maggie, una guapa chica, canta una bonita balada de jazz mientras toca el piano; después de tocar se sienta, sola, en una mesa con una copa. Arch Hammer, ya transformado en John Foster, se acerca a la mesa y Maggie se queda perpleja, sin creer lo que está viendo. Arch Hammer, curtido ya en la mentira y con suficientes tablas, se acomoda a la situación esperando las palabras de ella, para poder actuar. Maggie le pregunta si es un espectro, a lo que Hammer le responde que si, que ha bajado a ver quién derrama lágrimas por él; Maggie le responde si que es por lágrimas, ella tiene una habitación llena. Hammer, amoldándose a la situación, ve que Maggie no puede vivir sin él, asi que le cuenta que quien murió en el accidente era otra persona y que no dijo nada porque quería dejar esa vida, empezar una nueva, sin que nadie lo supiera, excepto ella. Maggie, rendida, promete irse con él a Chicago y quedan en la estación. Hammer, al salir del local, es reconocido por un músico de la banda que corre a buscarlo, pero cuando llega a él en la calle ya no es John Foster, Arch Hammer vuelve a tener su propio rostro. Primer objetivo; la chica guapa, ya la tiene.
SEGUNDO OBJETIVO: EL DINERO: El Sr. Penell es un Don que ha mandado matar a Virgil Sterig, un matón del Hampa para ahorrarse un buen montón de dinero. Arch Hammer se convierte en Virgil y va a visitar al Sr. Penell, el cual se queda de piedra al verle; hace como que se alegra, pero Virgil no le cree y le exige, no solo su parte del dinero, sino todo el botín. Cuando Virgil está a punto de irse aparecen los matones del Sr. Penell; Virgil los empuja y sale corriendo hasta un callejón sin salida; los matones están a punto de atraparlo y Virgil intenta desesperado recordar una cara, pero con los nervios no puede; en el último momento ve la foto de un boxeador en la pared y se transforma en él; Andy Marshak, un boxeador de éxito. Andy hace que los matones se vayan extrañados al verle; riéndose, pasa junto a un kiosko donde un hombre mayor se asombra de verle.. sale del kiosko llamándole Andy..Andy!. Andy Marshak no sabe que quiere el viejo y le dice que no sabe quien es.. -Deberias reconocer a tu propio padre- le responde el viejo. Andy, viendo donde se está metiendo intenta irse mientras el viejo le recrimina que ya no es su hijo, desde que se fué de casa rompiendo el corazón de su madre y de la chica que había dejado, ya no lo reconocía como su hijo -Odio tus entrañas- le dice.. Andy se lo quita de enmedio de un empujón, dejando al pobre hombre desconsolado y sollozando en el suelo. Andy va a su habitación a recoger sus cosas y de pronto escucha a alguien abrir la puerta, rápidamente se convierte en Arch Hammer, justo antes de que un policía entre y le diga que está detenido por estafar. Arch Hammer lo acompaña abajo y en la puerta giratoria despista al policía girándola rápidamente al tiempo que se convierte de nuevo en el boxeador Andy Marshak, tu cara más reciente. El policía, totalmente despistado, corre al interior mientras Andy se va paseando tranquilamente por la calle. De pronto alguien aparece frente a él; el padre del boxeador lo espera con un arma en la mano apuntándole; le dice que tiene que pagar por lo que ha hecho. Andy/Arch, nervioso, intenta explicarle que él no es su hijo, que necesita concentrarse para cambiar de cara... pero el viejo le mata de un disparo. Moribundo, se transforma en sus ultimos personajes antes de morir, murió Arch Hammer, John Foster, Virgil Sterig y Andy Marshak.
Otro gran capítulo basado en una historia no publicada de George Clayton Johnson. Magníficos todos los actores y convincente y dramática actuación de Beverly Garland en el papel de Maggie. Pero lo mejor de todo es la gran música de Jerry Goldsmith.
Créditos:
Director: John Brahm
Actores: Harry Townes, Phillip Pine, Don Gordon, Ross Martin, Peter Brocco, Beverly Garland
Música: Jerry Goldsmith
Basado en un relato de: George Clayton Johnson
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Cap 14 Third from the Sun: (emitido el 8 de enero de 1960)
Clásico entre los clásicos. El primer gran capítulo de la serie.
La historia nos cuenta como Will Sturka, científico, trabaja para el gobierno en una base militar creando bombas de hidrógeno para una próxima guerra. Will sabe perfectamente que el mundo que conocen va a desaparecer tras la guerra, pero tiene un plan para su familia y la de su mejor amigo, el militar Jerry Riden, dedicado a probar prototipos de aviones; precisamente ha estado probando una en la misma base secreta; han estado construyendo una nave espacial experimental que puede viajar a las estrellas. Durante meses han estado aprovisionando la nave en secreto y han sobornado a los vigilantes para poder irse un día en concreto. Todo marcha a la perfección hasta que Will se entera que el día D va a ser muy pronto, su superior Carling habla con él en un descanso y le dice que en 48 horas puede que todo ocurra; las previsiones es que destruyan al enemigo y que con suerte mueran 35 millones en vez de 50 millones cuando contraataquen los del otro bando. Will, una vez en casa le dice a su mujer y a su hija que no salga esa noche porque Jerry y su esposa van a cenar en casa; la hija protesta, pero accede a quedarse; ninguna de las dos sabe nada del plan de Will, lo mismo que la esposa de Jerry. Will, preocupado, decide contarle todo a su mujer; esa noche, entre las 24:00 y la 1:00, van a irse en secreto , pero nadie puede saberlo; le insta a que prepare unas maletas con lo necesario. En ese momento llega a casa Jerry, su cómplice; Will, hablando alto, le invita a bajar al sótano donde tiene un taller y pone en funcionamiento una máquina sonora, todo para que nadie pueda escucharlos hablar sobre su plan secreto; una vez se sientes seguros de hablar, Jerry le cuenta que ha habido un problema; el soldado que han sobornado termina turno a las 11:00, así que van a tener que precipitar la huida; Will le invitar a venir sobre las 19:00 para estar juntos y poder irse. Cuando vuelven al piso superior, Carling, el jefe de Will se asoma por la ventanilla del sótano con cara de haberlo escuchado todo...
Ya están todos reunidos; los cuatro adultos jugando a las cartas mientras la hija de Will aburrida junto a ellos; trás una siginificativa mirada de Will, su esposa invita a la mujer de Jerry y a su hija a ir a la cocina a preparar algo de comer. Jerry, sacando un papel del bolsillo con unos diagramas, aprovecha para explicarle a Will su destino; un planeta a 18 millones de kilómetros del suyo; está todo calculado. El planeta donde van está poblado de seres parecidos a ellos e incluso hablan en un idioma que casi entienden bien. De pronto suena la puerta y aparece Carling; a Jerry solo le da tiempo de volver el papel y hacer como que escribe sobre el reverso. Carling, con cara de sospecha, les comenta que esa noche hace calor, que lo que apetece es estar en el porche o dormir.. -Nada Más- recalca. Carling hace el intento de ver el papel cuando va coger un cigarro de la mesa de cristal donde están sentados, pero Jerry se anticipa haciendo cuentas en el papel de los puntos conseguidos en la partida de cartas. Carling termina por coger el papel y lo mira por el lado de las cuentas, a la vez que recorre la mirada de los presentes - Debe mucho Sturka- le dice a Will, terminando por dejar el papel en la mesa. Carling se despide y Will lo acompaña a la puerta; una vez fuera le pregunta a Will que si cree que hay alguien en las estrellas, alguien con quien pudieran ser mas felices que en su propio planeta; Will le responde que efectivamente ha pensado sobre ello. Carling se va pausadamente..
Will está decidido y lo explica todo a su hija; se van ya, ahora. Todos se meten en un coche y llegan a una alambrada donde debe estar su contacto; una luz parpadea en la oscuridad; es él. La luz se acerca lentamente y de las sombras aparece... Carling con un arma en la mano; este invita a las mujeres a salir del coche y la hija, en un descuido de Carling, le empuja con la puerta del coche; Will y Jerry lo desarman y lo dejan inconsciente. Rápidamente se dirigen a la nave y sorteando un par de militares, se menten en la nave espacial y despegan. Ya en el Espacio, pueden ver su destino.. el tercer planeta desde el Sol, su nombre... LA TIERRA.
Grandísimo capítulo con sorprendente final. La historia te mantiene en tensión en todo momento y los actores están sublimes, sobre todo Edward Andrews en el papel del perspicaz Carling. Una historia tan sublime solo puede ser obra del gran Richard Matheson. Si se pregunta a los seguidores de la serie, muchos dirán que este está entre sus capítulos favoritos.
Créditos:
Director: Richard L. Bare
Actores: Edward Andrews, Fritz Weaver
Basado en un relato de: Richard Matheson
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Cap.15 I Shot An Arrow Into The Air: (emitido el 15 de enero de 1960)
Se va a lanzar el primer cohete tripulado; 8 tripulantes van en él. Después de un despege perfecto, unas interferencias que podrían ser producidas por el Sol, hacen que desde la Tierra se pierda contacto con la nave; nadie sabe donde está o que ha podido pasar; no hay comunicaciones y se da por perdida.
En la siguiente escena vemos como en un terreno árido, detrás de una montaña, sale humo. Tres de los tripulantes de la nave auxilian a un herido tumbado en la tierra mientras cuatro cadáveres yacen tapados junto a ellos. El capitán de la nave está anotando en su diario de a bordo que después de perder contacto con la Tierra han conseguido llegar a un asteroide; de los ocho tripulantes, cuatro han muerto y otro está gravemente herido; la nave se detrozó en el atrerrizaje de emergencia y solo cuentan con 5 galones de agua (menos de 20 litros). En el asteroide parece que pueden respirar bien, pero es muy árido y hace un calor sofocante; seguramente está más cerca del Sol que la propia Tierra.
Los tres supervivientes que quedan en pie son el capitán Donlin y los oficiales Pierson y Corey: cuando Pierson le acerca la cantimplora al herido de muerte, Corey se lo recrimina diciendo que no la malgaste porque está sentenciado. Debido al sofocante calor, deciden esperar a la noche para intentar explorar el asteroide en busca de algo que les pueda ayudar. Una de las veces que Pierson va a darle agua al herido, Corey se lanza sobre él porque no quiere desperdiciar el agua con un moribundo; después de un forcejeo se dan cuenta que el herido ya está muerto; una boca menos para el agua que les queda. De todos modos, el capitán desarma a Corey y le dice que él repartirá el agua que queda. Al llegar la noche, la orden de Donlin es que los dos oficiales vayan juntos a explorar sin que se separen; él se queda junto a un fuego esperando. Depués de un buen rato aparece Corey exausto y solo; el capitán le pregunta por Pierson, a lo que Corey le responde que se separaron a pesar de su orden. Corey, mientras lo explica, bebe y bebe de su cantimplora hasta que el capitán lo encañona con su arma y le dice que como es posible que tenga más agua que la que se llevó; Corey por fin le reconoce que Pierson se golpeó la cabeza y quedó muerto. El capitán sospecha que no fué así y le dice que al día siguiente irían a buscar el cuerpo, ante la reticencia de Corey. En el viaje del día siguiente, Corey intenta coger desprevenido al capitán para desarmarlo, pero no se atreve. Cuando llegan a donde debería estar el cuerpo de Pierson, se encuentran que no está. El capitán grita buscándolo y lo encuentra moribundo en una loma; Pierson, antes de morir consigue señalar lo alto de una loma y dibuja una especie de T en el suelo; pero los otros dos no saben que es. El capitán, en un descuido, deja el arma en el suelo mientras intentar subir la loma; a lo que Corey aprovecha para coger el arma y, pidiendo disculpas, mata a su capitán. Por fín Corey sube la loma y de pronto entiende lo que quiso dibujar Pierson antes de morir.. la T eran postes de la luz, debajo un cartel de Reno (Nevada); estaban en un desierto y no habían salido de la Tierra, pero por las interferencias no se habían dado cuenta.
Un episodio muy ameno, con buena factura de exteriores, con buenas interpretaciones y correcta dirección de Stuart Rosenberg; un prestigioso director que ha realizado películas como "La Leyenda Del Indomable" ó "Los Indeseables". Quizás podría haberle dado más suspense a la escena final, pero está bien.
Créditos:
Director: Stuart Rosenberg
Actores: Dewey Martin, Edward Binns
Basado en un relato de: Madelon Champion
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Cap.16 The Hitch-Hiker: (emitido el 22 de enero de 1960)
El autoestopista. Así se llama este capítulo que nos cuenta la historia de Nan Adams, una muy guapa chica que viaja en su automovil cruzando, de vacaciones, los Estados Unidos de Costa a Costa. Todo empieza cuando, yendo a 100 Km/h, sufre un reventón en la rueda y de milagro se salva; por lo menos eso es lo que le dice el mecánico que se la está cambiando -Tienes un Angel de la Guarda- le dice. Pero a partir de ese momento, el viaje de Nan Adams se convierte en una pesadilla; al arrancar el coche para proseguir el viaje, un extraño hombre vestido de negro levanta el dedo en señal de que lo lleve; un autoestopista.
Nan pasa de largo, pero el hombre vuelve a aparecer en todos los sitios donde para; en la gasolinera, en el bar...y nadie lo ve excepto ella. Nan empieza a preocuparse y el miedo se instala con ella en el asiento del copiloto. La situación se pone cada vez peor, el hombre aparece en todos los sitios, cada pocos kilómetros. En un momento determinado, Nan queda parada enmedio de un paso a nivel con el hombre frente a ella; un tren viene y el coche no arranca.. Nan, desesperada, lucha con el coche y con la visión del autoestopista; en el último momento consigue eludir el tren. Llega la noche y se queda sin gasolina; en un surtidor cercano, el hombre que lo regenta y vive allí no quiere atenderla, pero Nan tiene suerte; aparece un marinero que hace levantarse al dueño de la gasolinera. Nan, muerta de miedo, ofrece al marinero llevarlo a su puerto de destino con tal de no ir sola y el marinero, ante una mujer tan guapa, acepta. En el viaje Nan vuelve a ver al autoestopista varias veces, pero el marinero no. En un momento determinado, desesperada, da un volantazo al coche para intentar atropellar al hombre de negro, pero su acompañante consigue dominar el coche. El marinero, cansado de las locuras de la mujer decide bajarse del coche; Nan le supplica que se quede con ella, incluso le miente diciéndole que le gusta, pero el marinero se va. Nan necesita hablar con alguien familiar y llama a su madre, pero coge el teléfono una persona extraña; le explica dicha persona que la Sr. Adams está en el hospital con un ataque de nervios desde que su hija Nan murió en un accidente de coche, dias atrás, cuando reventó una rueda y volcó el automovil..
Nan, de pronto, lo ve todo con claridad.. entra en el coche y en el asiento de atrás está el autoestopista, que con voz suave le dice.. -Creo que viajamos en la misma dirección-...
Sería un magnífico capítulo si no fuera por lo recurrente que se está volviendo el hecho de que los protagonistas estén "de prestado" en este Mundo y venga alguien a llevárselos. La guapísima sueca Inger Stevens protagoniza esta historia de forma convincente; y el autoestopista es Leonard Strong. El origen de la historia es una versión de radio del mismo nombre creado por Lucille Fletcher; para esta versión televisiva se usó la misma música de la versión radiofónica, compuesta por Bernard Herrmann.
Créditos:
Director: Alvin Ganzer
Actores: Inger Stevens, Leonard Strong
Música: Bernard Herrmann
Basado en un relato de: Lucille Fletcher
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Cap.17 The Fever: (emitido el 29 de enero de 1960)
The Fever "La Fiebre" es una terrible enfermedad que puede atacar a cualquiera, incluso a los más reacios al juego; la fiebre por ganar dinero fácil; la fiebre de enfrentarse a una máquina que puede darte mucho dinero, pero también quitarte todo lo tienes; la familia, el trabajo, la vida.
El Sr. y la Sra. Gibbs han ganado un premio que consiste en una estancia en un hotel-casino de las Vegas. Flora Gibbs pretende pasarlo en grande y gastar algún dinero en el juego, pero su marido Franklin Gibbs es un hombre recto, serio y con principios; no ve bien el juego, le repugna la idea de perder su dinero en unas maquinas diabólicas. Flora le tienta a probar en alguna de ellas, pero Franklin es inflexible. En un momento de la noche, un hombre medio borracho que lleva perdido mucho en una de las máquinas, la que da el mayor premio, para a Franklin y le ofrece su última moneda; está jarto de perder y le dice al Sr. Gibbs que pruebe él aver si tiene más suerte. Franklin Gibbs tiene una moneda en la mano, muy cerca de la ranura de la máquina y no sabe que hacer.. el borracho le coge la mano y hace que introduzca la moneda y después se va. Franklin está viendo el premio, la moneda en la ranura, solo tiene que coger la palanca y tirar de ella.. duda en hacerlo; su mujer, al fondo, lo mira con pícara sonrisa.. Franklin no puede evitarlo y termina por probar.. salen tres figuras iguales y aparecen varias monedas de premio. Flora corre a felicitarlo, pero Franklin le dice que él no es como los demás, no piensa gastar lo ganado, se lo va a llevar de vuelta a casa, y se dirige a su habitación; pero la misma máquina da otro premio a otro jugador y cuando suelta las monedas parece que susurra el nombre de Franklin -FRANKLINNN- Este se para en seco sin saber quien lo llama y mira a la máquina, que tiene una luz, como la de un gran ojo, que lo mira fijamente.
Ya en la habitación y acostado, Franklin no puede dormir; la imagen de la máquina le persigue. Franklin se levanta de la cama y coge las monedas del premio; su mujer le pregunta si le pasa algo y Franklin, cada vez más nervioso, le contesta que ese dinero es impuro y que va a librarse de él. Franklin no puede evitarlo y vuelve a enfrentar a la máquina; pierde el dinero, claro, y termina por firmar más y más cheques gastando las monedas en la diabólica máquina. Después de varias horas y extenuado, la mujer intenta llevárselo a la habitación, pero Franklin la aparta con malos modos; la FIEBRE se ha apoderado de él. Termina perdiendo la cordura y tienen que llevárselo a rastras a la habitación. Alli, tumbado en la cama, escucha como una voz monstruosa lo llama; al abrir la puerta ve como la máquina, que ha cobrado vida en su imaginación, le persigue. Franklin, presa de la locura, termina por tirarse por la ventana muriendo en la calle. Un misteriosa moneda aparece rodando y, después de girar, termina cayendo junto a la mano dell cadaver de Franklin Gibbs. La sonriente máquina lo mira desde la penumbra.
Un capítulo entretenido pero agustioso a la vez. El papel del Franklin Gibbs está interpretado de forma más que convincente por Everett Sloane, un secundario que ha participado en innumerables películas. Solo la imagen de la maquinita andando persiguiendo a nuestro protagonista con esa sonrisa metálica y voz terrorífica hace que la historia pierda un poco de fuerza, se ve un poco fuera de contexto. La música incidental de corte jazzística que se escucha de fondo es de Jerry Goldsmith y es usada en varios capítulos de la serie. el director es Robert Florey, autor de algunas películas de Tarzán o de los Hermanos Marx.
Créditos:
Director: Robert Florey
Actores: Everett Sloane, Vivi Janiss
Música: Jerry Goldsmith
Historia: Rod Serling
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Cap.18 The Last Flight: (emitido el 5 de febrero de 1960)
Teniente William Terrence Decker, piloto inglés en 1917, en plena Primera Guerra Mundial. Después de una operación en Francia, Decker se ha perdido en el cielo con su biplano y de pronto entra en una extraña nube. Al salir de ella consigue aterrizar en la base militar americana de Lafayette en Francia; está en casa, pero ve algo extraño; los aviones que le rodean son raros. Una patrulla en jeep con el mayor Wilson al frente lo hace bajarse del avión lo mira con cara extrañada. Wilson lleva al Teniente Decker a ver al General Harper. Wilson y Harper, después de interrogar a Decker no dan crédito a sus palabras de que viene del año 1917 cuando realmente están en 1959!. Harper lo toma por loco y el propio Decker no sabe si le están tomando el pelo. Harper no se cree nada y Decker le explica que esa misma mañana, el Teniente Alexander Mackaye y él mismo salieron a una inspección y se encontraron con una patrulla alemana. Harper lo manda callar.. -Alexander Mackaye??- -pero si el Mariscal Mackaye viene a hacer una inspección a la base hoy mismo!- Decker le dice es que imposible, Alexander Mackaye murió ese mismo día abatido por los alemanes, el mismo lo vió. Harper decide encerrarlo hasta que llegue el Marical y asi se aclarará todo. Wilso acompaña a Decker a una habitación y este termina confesando que es un cobarde, que cuando vió a los alemanes atacar, se quitó de enmedio dejando a Alexander Mackaye solo ante el peligro. Decker le da un detalle personal de Mackaye que solo el conoce..un mote que le puso y que solo conocen los dos. Wilson empieza a dudar de la historia, ya no tiene tan claro que todo sea falso. Decker le pide que lo deje marchar, que siente que tiene que volver de donde viene, que si Mackaye está vivo es porque quizás el volvió sabiendo lo que ahora sabe y puede que lo ayudara a sobrevivir. Wilson duda, pero no cede y Decker, usando la violencia, consigue salir de la habitación y llegar al biplano. Wilson consigue llegar a él antes de que despegue y lo amenaza con una pistola para que se baje del avión, pero Decker le dice que prefiere la muerte a quedarse y termina por despegar, ante la incrédula mirada de Wilson.
Cuando llega Alexander Mackaye y Wilson le pregunta por Decker, el Mariscal le cuenta que aquel día, cuando se veia abatido rodeado de aviones alemanes, Decker apareció de la nada salvándole la vida derribando aviones alemanes y que terminó sucumbiendo com un heroe. Wilson le termina llamando por su mote ante la sorpresa del Mariscal.
Buena historia basada en un relato de Richard Matheson, con gran puesta en escena y buenas interpretaciones de todos los que aparecen en el capítulo. Se notan las historias de Matheson porque están perfectamente estructuradas y van introduciendo poco a poco elementos en la historia que mantienen el interés por ella en todo momento.
Créditos:
Director: William Claxton
Actores: Kenneth Haigh, Simon Scott, Alexander Scourby
Música: Bernard Herrmann (música usada ya en el capítulo "Where Is Everybody?")
Historia basada en el relato de: Richard Matheson
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Cap.19 The Purple Testament: (emitido el 12 de febrero de 1960)
Es la historia de William Fitzgerald, un teniente que, durante la Segunda Guerra Mundial, descubre un don que le trae por la calle de la amargura; es capaz de ver un aurea brillante en la cara de los que van a morir ese mismo día. Despúes de una cruenta batalla contra los japoneses, William se lo cuenta a su Capitán Phil Riker; le enseña un papel con cuatro nombres escritos antes de la batalla, los nombres de los cuatro soldados muertos ese día. Riker no lo cree y le dice que está estresado, deberia tomarse un descanso. Riker y Fitzgerald están en el hospital; el primero le comenta al médico que le preocupa el estrés de su teniente. Mientras tanto William visita uno de los herido en el combate; mientras habla ve un aurea brillante en su cara y pocos segundos después el herido muere. William Fitzgerald se está volviendo paranoico. De vuelta al campamento, en la explicación de la nueva operación militar que hace Phil Riker a sus subordinados, William ve de nuevo el aurea brillante en la cara de Riker; sabe que va a morir y le dice que no vaya a la misión, pero el Capitán no le hace caso; se ha corrido la voz en la compañía que el teniente Fitzgerald tiene el don de saber quien va a morir y todos acuden a él para que les mire la cara. El Capitán intenta parar el revuelo diciendo que todo es una broma. A la vuelta de la misión, como era de esperar, el capitán ha muerto. El médico, consciente de lo que ha pasado, decide mandar a Fitzgerald al hospital para que lo miren. William, al prepararse para la partida, en un espejo, ve su propia cara brillante con un gran aurea alrededor. Consciente de su suerte se sube al jeep con el conductor, que tambien tiene el aurea. Desde la compañía, en la lejanía, escuchan una gran explosión. El jeep donde va Fitzgerald ha pisado una mina en el camino.
Historia algo sosa de Rod Sterling, pero vestida de gran factura, con buenas escenas bélicas dentro de lo que cabe y buena ambientación. El capítulo cuenta con la interpretación de buenos secundarios como Warren Oates, futuro actor de fundamentales películas de Sam Peckimpah, ó Paul Mazursky, director y actor que trabajó con el mismísimo Stanley Kubrick.
Créditos:
Director: Richard L. Bare
Actores: William Reynolds, Dick York
Música: Lucien Moraweck
Historia: Rod Serling
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Cap.20 Elegy: (emitido el 19 de febrero de 1960)
Una nave espacial tripulada por tres astronautas que lleva perdida mucho tiempo en el espacio. Están a un billón de Kms de la Tierra y no les queda ni oxígeno, ni alimentos ni esperanza alguna. Detectan un asteroide y deciden aterrizar en él. Composición del aire; 20% oxígeno, 80% Nitrógeno, una gravedad similar a la de la Tierra. Parece increible. Con reservas pero sin más remedio salen de la nave y se encuentran rodeados de naturaleza. Cerca de la nave encuentran ..una granja! Pueden ver un perrito bebiendo de una fuente!, al llamarlo comprueban que no se mueve; está como paralizado. Se fijan con extrañeza en un extraño vehículo; uno de los astronautas le dice que es un tractor, que se usaba en el pasado, como hace 200 años para arar la tierra... Dudan sino están en la Tierra, pero en el cielo hay dos lunas; efectivamente están muy lejos de su Planeta de origen. Detrás del tractor hay una persona de espaldas.. los tres astronautas van hacia él presentándose, pero al verle la cara se dan cuenta que también está paralizado. Todo es muy extraño. Siguen por la carretera hasta cruzar un puente. En la orilla del rio puden ver un hombre pescando; uno de los astronautas corre hacia él gritando..pero el pescador está paralizado. Están cerca de una ciudad y a lo lejos, de pronto, escuchan música. Los tres corren hasta llegar a una plaza con músicos, pero todos están paralizados; la música suena de unos altavoces. Recorriendo las calles entran en el ayuntamiento; allí ven a mucha gente mirando en la parte alta de las escaleras donde el Alcalde se dirige a todos ellos.; pero todos están quietos como estatuas. Los astronautas empiezan a hacer conjeturas; uno plantea que una especie extraterrestre ha montado todo a imagen y semejanza humana para atraerlos; no es mala teoría. Otro plantea que por el viaje espacial, el tiempo corre mucho más rápido para ellos, y que todos los presentes se están moviendo, pero a un ritmo mucho más lento; tampoco es mala teoría. Lo que si tienen claro es que las personas que los rodean no son estatuas, son de carme y hueso.
Los tres astronautas deciden separarse a investigar. Cada uno de ellos ve escenas típicas que se pueden encontrar en cualquier sitio; partidas de cartas, habitaciones con escenas románticas en un hotel, e incluso una carpa donde se celebra un concurso de belleza y donde la ganadora es la más fea de las presentes; el astronauta que ve esta escena empieza a perder los nervios y grita a los petrificados espectadores desde el escenario, para después salir corriendo a la calle; de las figuras sentadas en las sillas, un hombre mayor vuelve la cara sonriendo....
De nuevo están los tres juntos recorriendo las calles; todo parece normal excepto que nadie se mueve. Ya empiezan a hacer planes y uno de ellos decide quedarse con una bonita y majestuosa casa en cuyo porche hay una persona petrificada leyendo un periódico que le tapa la cara. Uno de los astronautas, con tono socarrón, le pregunta si no le importa que echen un vistazo, a lo que el hombre sonriente, sentado y dejando caer el periódico, le contesta que no hay ningún problema. Los tres astronautas se quedan de piedra.. hay alguien vivo en aquella ciudad!!. Jeremy Wickwire se llama el hombre y le da la bienvenida a su casa. Por fin se enteran del misterio; están en un inmenso cementerio donde cada persona que muere queda disecada haciendo lo que les hubiese gustado ser en vida. Jeremy les cuenta que están en la simulación de un pueblo antiguo, pero que hay otras secciones como el Salvaje Oeste, el Mundo Medieval y muchas otras. Mientras los astronautas intentan digerir semejante noticia, Wickwire les prepara algo de beber; mientras los tres compañeros beben, Wickwire sigue contándole más cosas, pero antes, les pregunta algo importante; que les gustaría hacer en ese mismo instante, a lo que los tres les responden lo mismo: estar de vuelta a casa. Wickwire les cuenta que él es el responsable del mantenimieto de esa sección del cementerio. Mientras hablan no se dan cuenta que Wickwire les ha envenenado con la bebida porque cree que han ido allí a quedarse, Wickwire los ve como clientes que quieren cumplir su sueño. Wickwire resulta una replica, un robot que recibe a quien quiere cumplir sus sueños, por eso, cuando los tres astronautas mueren, Wickwire los situa en su propia nave espacial, como si estuvieran cumpliendo el sueño de volver a casa.
Otro gran capítulo que se ve un poco enreversado por las explicaciones finales y la parte del Páramo, pero que en esencia es magnífico. Mantiene la intriga, sobre todo hasta la explicación final , con todas esas personas paralizadas y la sopresa de que alguien realmente se mueve (aunque no esté vivo). Cabe resaltar una de las teorías de los astronautas; la de que una vida extraterrestre ha creado todo para que se sientan en casa.. es una idea que utilizaría Kubrick años después cuando rodo 2001, una Odisea Espacial.
Créditos:
Director: Douglas Heyes
Actores: Cecil Kellaway, Jeff Morrow, Kevin Hagen, Don Dubbins
Música: Nathan Van Cleave
Historia: Charles Beaumont
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